Montados en un carro, los Ingalls se marchan del Gran Bosque para irse a vivir a Kansas, siguiendo la promesa de una vida mejor. Allí, tronco a tronco, el padre de Laura construirá la que será su casa de la pradera. A pesar de las dificultades, la vida en el campo es maravillosa, pero la presencia de los indios los inquieta...