El joven calisto vive obsesionado por Melibea, una bella muchacha a la que ha conocido por azar y que lo ha rechazado sin contemplaciones. Empeñado en conquistarla, calisto recurre a la vieja y astuta celestina, una alcahueta experta en arrastrar a los jóvenes por la senda del amor ilícito. Confiada en que calisto le recompensara bien sus servicios, celestina trata de persuadir a Melibea para que se entregue al hombre que tanto la desea; es más, a fin de asegurarse el triunfo, la alcahueta conjura al mismísimo satanás para que intervenga a favor del joven galán. Tales artimañas, como cabe esperar, no traen nada bueno, y la historia de calisto y Melibea acaba por convertirse en un torbellino de pasiones desatadas, en el que los personajes viven tan solo para satisfacer sus apetitos mas primarios.