El fuego no solo arde en el campo de batalla, sino también en el corazón de quienes se atreven a amar lo imposible. Cuando un dragón de fuego arrasa su aldea y asesina a su padre, Nara jura vengarse. Pero pronto descubre que posee un don único: puede controlar dragones. Su habilidad la lleva a ser reclutada por el clan de cazadores de criaturas mágicas, donde conoce a Darius, un cazador tan hábil como arrogante, con quien pronto nace una rivalidad tan intensa como la atracción que intenta negar. Sin embargo, a medida que se adentra en ese mundo de fuego y traiciones, Nara comienza a sospechar que las criaturas que caza tal vez no sean sus verdaderos enemigos, y que aquellos en quienes confía podrían ser quienes desean su muerte. En un universo donde la lealtad se forja entre llamas y el amor puede ser una sentencia, Nara deberá decidir qué arde más fuerte: su sed de venganza o su propio corazón.