En 1992 se le otorgó la personalidad jurídica a las Iglesias, con ello se convirtieron en Personas Morales con fines no lucrativos ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, quedando sujetas a diversas obligaciones fiscales y laborales. Con la expedición de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público las iglesias y agrupaciones religiosas se ven inmersas en una serie de cambios que representó el establecimiento de un esquema administrativo específico para el cumplimiento de sus obligaciones fiscales. Esta obra tiene como objetivo asesorar a las asociaciones religiosas mediante lineamientos básicos de organización administrativa, explicación de requisitos para la obtención correcta de documentos según las reglas contables y fiscales y la forma de calcular sus impuestos ante el Servicio de Administración Tributaria y la Secretaría de Finanzas. También se pretende ofrecer apoyo en el cumplimiento de la presentación de sus declaraciones mensuales y anuales, en qué régimen deben de tributar, qué tratamiento legal se le debe de dar a sus trabajadores y cómo asegurarlos ante el Instituto Mexicano del Seguro Social.