LA DISMINUCIÓN DE LA DESIGUALDAD EN LA AMÉRICA LATINA. ¿UN DECENIO DE PROGRESO?

Uno de los principales objetivos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) es fortalecer la capacidad de los gobiernos para reducir la pobreza y la desigualdad y promover la inclusión social, a la vez que se compromete y faculta a las personas a quienes van dirigidas las políticas de desarrollo. Este objetivo es en particular importante en la América Latina y el Caribe, una región que se caracteriza por una alta y persistente desigualdad. A pesar de que muchos países van por buen camino en el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), es muy probable que en las regiones pobres y en los grupos marginados dentro de los países de ingresos medios en la región no se alcancen tales objetivos. Como es de esperarse, la comunidad internacional en sus esfuerzos por avanzar hacia el cumplimiento de los ODM se ha enfocado en dirigir apoyos hacia los países más pobres del mundo. Sin lugar a dudas, este hincapié es correcto. Sin embargo, si se observa el problema de los ODM, no desde la perspectiva de los países más pobres, sino de las personas más pobres, inmediatamente se hace evidente que un programa de cooperación dirigido a los primeros debe complementarse con un esfuerzo igualmente activo por abordar el problema de la pobreza en países de ingresos medios que ostentan alta desigualdad.