En 1999 Annie Cohen sufrió un accidente cerebral que la dejó en coma. Tras una penosa rehabilitación en medio de la cual creía perdido su amor por la vida, su genio terminó por irradiar en muchas direcciones, desde lo plástico hasta lo literario. El resultado en el terreno literario es La duramadre, una confesión que nuestra autora hace para revelarle al mundo los secretos de la mente. Para ello, convierte la sinapsis en metáfora, la enumeración en verso, y la palabra en guía, obteniendo así una especie de vela que nos conduce por los confines del sufrimiento y de la pena humana. Como las carpetas de su madre que constantemente compara con su propia enfermedad, Annie trae a nuestra memoria lo que significa realmente ser humano, ser racional, ser capaz. ¿Qué pasaría si un día perdiéramos el lado izquierdo de nuestro cerebro? ¿Si de pronto los sueños de juventud se convirtieran en pesadillas del presente? ¿ Qué hacemos cuando la ficción se confunde con la realidad? La duramadre es la respuesta de Annie Cohen a estas preguntas, es la forma como ha poetizado su vida: sin adornos, sin excesos, la verdad dura y palpable, como lo es la duramadre de nuestro universo.