La escuela de los Ángeles rinde homenaje a estos personajes alados que acompañan a la humanidad y, especialmente, a la infancia- con ánimo protector, desde tiempos muy antiguos, y pretende bajarlos de los altares para ponerlos a jugar, como niños pícaros y traviesos, en el espacio familiar y cercano de la escuelaö. Así define Rodríguez esta historia que conjuga la maestría narrativa con la belleza de las ilustraciones del artista cubano Alexis lago.