- Dios alumbra en la llanura sus estrellas... repitió el niño. Y yo, abuela, ¿podría encender las estrellas?- Tú eres muy pequeño. Nosotros somos muy pequeños, dijo ella. Tan sólo Dios sabe en la noche encender sus estrellas.áY el niño repitió:- Tan sólo Dios sabe en la noche encender sus estrellas...