Es un libro de muchas capas. En una de ellas se analiza la forma en que Ernesto Garzón Valdés, durante la primera etapa de su obra, dio respuesta a tres de los problemas más angustiantes de la filosofía del derecho: 1) el debate entre iusnaturalismo y positivismo en la época de posguerra, 2) los problemas de validez, eficacia y eficiencia de las normas jurídicas y 3) las relaciones entre derecho y moral. En otra de sus capas, se ofrece una explicación biográfica del porqué Ernesto Garzón defendió ciertas tesis que más tarde terminaría por abandonar. Bajo ese velo, el libro defiende como tesis de fondo que la filosofía es producto de la historia, y que es difícil comprenderla sin comprender al mismo tiempo las circunstancias históricas que la produjeron. En otra de sus capas, la más noble de ellas, encontramos un homenaje sincero de un joven filósofo hacia su maestro.
