Mucho se ha escrito acerca de la invasión de Texas por norteamericanos a principios del siglo XIX. Lo que pocos saben es que para legalizar esa invasión los colonos repitieron el patrón creado por sus antepasados para independizarse de Inglaterra. Este libro sigue los pasos que tomaron con ese propósito. Antes de que tuvieran lugar las batallas del Alamo, Goliad y San Jacinto, los colonos habían decidido independizarse de México. Fue un conflicto cultural-económico que precedió al militar. Fascinante es leer como fueron autoconvenciéndose de que su pertenencia a México no los beneficiaba y fascinante también cómo fueron autojustificando sus acciones para no quedar ante la historia como un pueblo rebelde y desagradecido. El partido de Esteban Austin, que en un principio no quería la independencia, acabó perdiendo ante el partido de Samuel Houston enviado por el presidente Jackson para promover la separación. Todos esos interesantes vericuetos son brillantemente expuestos por la autora.
