Con unos facinerosos pisándole los talones, el cronista de canalladas Jeremy Mercer se planta en París a la espera de algo. Cierto día, cuando deambula con aguacero y sin techo por la orilla izquierda, le ofrecen té en una fábula conocida como Shakespeare & Co. Aquella guarida es, en realidad, el segundo avatar de una fantasía ideada por Sylvia Beach en los años veinte como domicilio de una generación no más perdida que cualquier otra, un templo ya difunto pero resucitado durante los cincuenta con extravagantes consecuencias. Allí, sin ir más lejos, residieron Ginsberg, Burroughs, Ferlinghetti y otros tambores de la percusión beat.áGeorge Whitman, su nuevo sacerdote, ofrece hospedaje a cambio de trabajo a los letraheridos sin rumbo, y nuestro Jeremy acepta la oferta para acabar convertido en huésped, confidente y factótum del estrafalario posadero. Lo acompañará en su aventura un magnífico reparto de exotismos humanos decididos a llevar la bohemia parisina hasta las cotas más sublimes de lo descabellado. Y lo entrañable. Y lo literario. Porque la librería más famosa del mundo aloja el delirio de unas vidas reales hechas con los mimbres de la ficción. Este libro es la memoria de esos días.