Alan Touraine, uno de los pensadores sociales más lúcidos de nuestro tiempo, nos propone un enfoque distinto a la hora de reflexionar sobre el individuo en la sociedad del siglo XXI. En libros anteriores, Alain Touraine ha estudiado los grandes cambios que han transformado nuestra vida personal y colectiva. En este nuevo título decide ocuparse de la necesidad de cambiar nuestra manera de pensar dichos cambios. La propia idea de sociedad está en crisis: la mundialización bajo todas sus formas y los deseos liberados de prohibiciones han provocado el derrumbe del edificio social. La definición de bien y mal en nuestra sociedad ya no recae sobre las instituciones, la conciencia personal domina sobre la conciencia de las reglas: así, el sujeto se convierte en creador de sí mismo. A partir de una crítica de lo que llama el ´Discurso interpretativo dominante´, que a lo largo de todo el siglo XX ha pretendido imponer la idea de una sociedad sin actores, sometida a determinismos fundamentalmente económicos, Alain Touraine invita al lector a descubrir que el único principio que permite evaluar las conductas personales y las situaciones sociales es el reconocimiento de los derechos, políticos, sociales y culturales de todos los seres humanos, reconocidos como seres libres e iguales.