En 1197 se inauguró la etapa de gobierno divididoö en México y con ella se modificó sustancialmente la relación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo. A partir de ese año, el partido del presidente perdió la mayoría en la Cámara de Diputados y ese hecho detonó una nueva dinámica en materia presupuestal: la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación se convirtió en una ardua negociación entre el Poder Ejecutivo, los grupos parlamentarios al interior del Congreso, los gobernadores y diversos grupos de interés.áEntender y evaluar el impacto que ha tenido el creciente pluralismo dentro del Congreso sobre la negociación política y la composición del presupuesto, es de la mayor relevancia para fomentar un mejor uso de los recursos públicos en un entorno democrático como el que México vive actualmente.