Había una vez un rey que dijo así a su hijo: ?Irás a recorrer el mundo en busca de lo más fuerte que existe sobre la tierra?. El príncipe habló con el fuego, el agua, el aire y la tierra. Todos estos elementos son poderosos pero ninguno de ellos es lo más fuerte que existe. Al no encontrar lo que buscaba, el joven comenzó a llorar y sus lágrimas devolvieron el don de la vida a la rosa de Jericó.