JOSE ANTONIO GONZALEZ ALCANTUD
Uno de los grandes problemas conceptuales de nuestro tiempo es la dispersión de los saberes. Objetos de estudio y reflexión inamovibles durante siglos como los cuatro elementos clásicos de la Naturaleza han sido fragmentados en discursos especializados y mostrados como una invención cultural. Si bien esta desconstrucción nos ha permitido conocer los logros del racionalismo, nos ha dejado, de otro lado, huérfanos de dialoguismo socrático. El presente libro, primero de cuatro que irán consagrados a la Tierra, al Agua, al Fuego y al Aire respectivamente, nació con voluntad dialógica entre la Antropología y la Historia. Los autores, reunidos para la ocasión por el Centro de Investigaciones Etnológicas Angel Ganivet de la Diputación de Granada, adoptaron los discursos que les eran propios, fuesen el de las mentalidades, el de la ritología o el de las realidades sociales o ecológicas. La tierra nos preocupa hoy especialmente por este último aspecto, como ayer nos preocupó por el lado de lo social, pero no debemos olvidar que esas perspectivas siguen describiendo un movimiento pendular con el universo simbólico de los mitos. y de los ritos, con el que se interactúa.
