Desde su publicación en septiembre de 2003, El código Da Vinci, de Dan Brawn- novel aque lleva vendidos a la fecha más de 25.000.000 de ejemplares en todo el mundo- no ha dejado de dar que hablar. Desde el punto de vista de la masividad alcanzada por la polémica, el revuelo creado no tiene precedentes, y si bien nos encontramos ante un fenómeno de marketing de características superlativas, este aspecto es sólo uno más a la hora de explicar la impresionante llegada del libro. ?El código Da Vinci? toca resortes particularmente sensibles entre los lectores por el hecho de cuestionar las bases sobre las que está fundamentada la sociedad occidental. Ni el mayor de los ateos puede permanecer indiferente al influjo que el dogma cristiano tuvo durante los dos últimos milenios en la historia de la humanidad, y en consecuencia, los hechos que se abordan en la novela de Brown no le son ajenos, por la sencilla razón de que un inmenso porcentaje de la humanidad que integra está cimentada sobre las bases de ese dogma. Acusada por sus detractores de esoterismo, feminismo y neo-gnosticismo, la novela de Dan Brown es sólo la punta de iceberg, en clave ficcional, de una apasionante trama histórica.
