Distrito Federal, 1972. Susana llega de Puebla a estudiar en la UNAM. Ella quiere experimentar la libertad que su conservadora familia le ha quitado y que parece sobrar en aquel ambiente cultural, por lo que se involucra con un grupo de teatro experimental, cuyo director parece ofrecerle todo eso y más. Sin embargo, la disciplina de los ensayos se confunde con violencia hacia los actores, especialmente hacia las mujeres. En medio de este ambiente sofocante, Susana comienza a percibir manifestaciones fantasmales durante los ensayos y la presión del director la conduce a perder la noción entre lo real y lo imaginario. Dicha presencia termina por revelar que es Rita, una antigua actriz del grupo que según todos dejó de ir a los ensayos porque no consiguió despuntar, pero que en realidad se quitó la vida empujada por las órdenes del director, con quien mantenía una relación. Movida por este descubrimiento, Susana buscará encontrar la verdad, pero descubrirá que lo que ocurre en aquel espacio es mucho más macabro de lo que nadie espera, pues no es el director el responsable de la muerte de Rita, sino un culto satánico que merodea por la universidad.
