La lady no se parece a nadie, y por eso destaca sobre las demás. En una palabra, se desmarca. Se dice de ella que es una gran dama, aunque no supere el metro cincuenta. Ninguna mujer la envidia, ningún hombre la desea con lujuria; es absolutamente respetable, y cuando elogian su belleza, lo hacen con ternura, como si le dieran las gracias por ser tan auténtica. ¿Quieres conocer sus secretos?