Un ciego toma por ayudante y guía a un muchacho. Estamos en el sigo XVI y es común que los huérfanos pobres sean encomendados a algún amo, con objeto de que sirvan para algún fin. Nuestro héroe se convierte así en Lazarillo de un ciego.
Así, atado al cuello con u soga, como perro, nuestro héroe se va a correr mundo para luego contarnos todas sus andanzas porque, aunque no lo creas, el resultado de un aparente infortunio se vuelve la aventura más divertida y extraordiria.
Lo mejor de todo es que la fortu le depara al lazarillo us bues sorpresas y recompensas por todos sus sacrificios.
Te invitamos a conocer las fantásticas y maravillosas aventuras de El Lazarillo de Tornes.