Lázaro González a la muerte de su padre es puesto por su madre al servicio de un personaje ciego bastante cruel, el primero de distintos amos que lo despertarán a las desdichas del mundo y le enseñarán que la astucia es una buena herramienta para sobrevivir. Cruda realidad social en el seno de la España imperial mostrada mediante las aventuras de este antihéroe, que parece siempre condenado al fracaso.