Venía a posar cada dos meses. Siempre a primera hora, por lo general en viernes. Empezaba con un boceto de carbón de su cara. Era implacable con los detalles y documentaba cada nueva arruga, decoloración o estría, pero esto era precisamente lo que él quería. En la primera sesión, lo halagué en el lienzo y él amenazó con no volver nunca más, por lo que, la vez siguiente, lo pinté tal como era y le complació. Un día, encuadernaré todos los esbozos a carbón que hayan sobrevivido y haré un libro que, si se hojea deprisa, ponga en acción las imágenes sueltas. La acción del libro será el envejecimiento del Presidente. Un presidente es derrocado por un golpe militar en un país indeterminado y, en plena vorágine de detenciones en masa, tres miembros del entorno doméstico presidencial -su barbero, su chef y su retratista- son retenidos en una remota residencia de verano. Antes del golpe, estos hombres trabajaban con inquebrantable lealtad al servicio del Presidente en las labores, aparentemente inocuas, de acicalarlo, alimentarlo e inmortalizar su imagen. Sin embargo, con la caída del viejo orden, se revela la verdad acerca de estos hombres y de la mujeres importantes de su vida y empieza a desenmarañarse una red de complicidades y duplicidades. El hipnotizador debut de Ceridwen Dovey aborda los instintos más mercenarios y animalescos de la humanidad y nos recuerda que... todos llevamos dentro al rey loco.