En la etapa de Educación Preescolar es importante que el niño o niña empiece a comprender la necesidad y utilidad del código escrito como medio de comunicación entre las personas. Una metodología activa conseguirá que los niños muestren un interés creciente por la lectura y la escritura. Los signos gráficos no representan ninguna novedad para el niño/a, ya que han formado parte, desde sus primeras vivencias, y del entorno que le rodea. La lectoescritura y su tratamiento de aprendizaje se debe englobar en un marco general que es el del lenguaje, y primordialmente, dentro de uno de los primeros lenguajes del niño/a: la comunicación oral. Es pues primordial que el maestro/a ayude al niño/a a tomar conciencia de que todo lo que tiene relación con sus vivencias, sentimientos, emociones, pensamientos... está directamente relacionado con el lenguaje, con su expresión y comunicación. El proceso de aprendizaje que seguimos parte siempre de la globalidad del lenguaje del niño/a. Se debe recoger todo el bagaje oral del alumno/a, y partir el proceso de aprendizaje del lenguaje que él utiliza, de lo que le es familiar. Estimularlo para introducir de una manera vivencial el aprendizaje de la lectoescritura y crear así una nueva posibilidad de comunicación, de manera que el niño/a sienta la necesidad del lenguaje escrito.