Aristócrata, Rebelde, Excomulgada, Guerrillera... Leona desconocía las murallas; el teponastle le sonaba más fuerte, aún más ronco, como si manos guerreras lo tundiesen a golpe de acero... La espuma de la rabia le manchó los labios y le brincó la blusa.
Erizada y fiera, india y puma, trepó mágica a las piedras, estirando los brazos en busca del muro, ya adivinando las tumbas por donde saltaría. Bufaba como animal y resorteaba sobre las piernas cayendo con presisión del cirquero enloquecido en las puntas de los pies y sobre la misma roca trampolin... ,-¡Ya te agarramos, ramera! Recargó la espalda breve contra la piedra volcánica y esperó a los cuatro realistas amachando los pies contra la roca.
Abrio la boca en otra carcajada y enroscó las manos como garras al tiempo en que un relámpago le iluminaba los ojos verdosos, desvariados...