¿Es una ciudad o un buque en el que fuésemos abandonando la tierra. callados y felices, y con tal pureza, que sólo nuestras almas en la blancura plenilunar vivieran...? Y de pronto cruza vago estremecimiento por la luz serena. Las líneas se desvanecen, la inmensidad cámbiase en blanca piedra, y sólo permanece en la noche aciaga la certidumbre de tu ausencia.