Este nuevo Libro de Oraciones en letras grandes se edita en estricta obediencia a lo que la Iglesia piensa sobre la Liturgia como ´cumbre hacia la cual se dirige la actividad de la Iglesia y, al mismo tiempo, fuente de la cual mana todo su poder.´ Sin embargo, la Iglesia declara también que ´la vida espiritual no se limita a participar en la Liturgia. El cristiano está llamado en verdad a orar con sus hermanos, pero también debe rezar en secreto al Padre... Las devociones populares del pueblo cristiano deben alentarse, siempre que estén de acuerdo con las leyes y normas de la Iglesia...´