La consejera de familia Norma Pantojas nos demuestra que aún el pasado más triste, puede ser transformado en una experiencia de aprendizaje para nosotras mismas y para otros, con la ayuda de Dios. Son muchas las mujeres que viven sufriendo por situaciones tristes o errores que cometieron en el pasado y reviven no solo el recuerdo sino también los respectivos sentimientos que le acompañaron. Como consecuencia, el presente se convierte en una extensión de sucesos pasados. De esa manera ni fueron felices en el pasado ni lo son en el presente ni lo serán en el futuro porque todas sus acciones y energías las han invertido en lo que jamás podrán revivir, porque lo que pasó, ya pasó y no hay marcha atrás. De la misma manera nos enseña en su obra que tampoco es bueno vivir dependiendo de éxitos o momentos felices ya vividos porque nos roban la posibilidad de disfrutar las bendiciones del presente.
