Este libro trata sobre la demostración de una afirmación: la Suprema Corte no sólo opera con principios, directrices y reglas a través de la metodologías de ponderación, evaluaciones de proporcionalidad o legitimidad al resolver el fondo de los casos, ni a éstos limita expandir o restringir contenidos constitucionales, sino también para determinar el diseño de los efectos de sus decisiones cuando tienen efectos erga omnes, esto es, para determinar las consecuencias que se detonan cuando ha determinado la ´invalidez´ de las normas impugnadas. La demostración de esta afirmación pasa por la demostración de que en la jurisprudencia de la Corte se ha constatado la superación del paradigma del legislador negativo como modelo explicativo de un tribunal constitucional y su sustitución por un paradigma jurisdiccional robusto.