Siguiendo la costumbre tradicional, según manda las cánones de belleza para así poder aspirar a un matrimonio que permite a las niñas subir de clase social, la joven Chunxiu es obligada a vendarse los pies para que no crezcan, con la tortura física que supone. Pero el calvario no termina ahí. Con la llegada de Mao deberás soportar la presión de una nueva sociedad que rechaza los hábitos de l China imperial.Los pies vendados, la nueva del autor de la trilogía Una vida en China, ofrece una mirada incisiva sobre la terrible práctica que marcó en sus carnes a millones de mujeres chinas. La caída de la última dinastía provocaría su declive progresivo, pero en la periferia del Imperio en ciertas aldeas de la provincia de Yunnan, donde se origino Li Kunwu, de quién fue niñera Chunxiu desde 1959 se siguieron vendando los pies de las niñas hasta bien entrados los años 30