De un modo singular y sublime, Jesucristo quiso unir a su ser de hombre y de salvador a una mujer única, obra maestra de Dios, a la que eligió como madre suya. Ella, adornada con grandes privilegios, tiene una presencia activa en el plan divino de la salvación y el peregrinar de la Iglesia hasta el final de los tiempos. ¿Quién es María? ¿Por qué la llamamos Madre de Dios, inmaculada, y es, a la vez, Virgen y vive en el Cielo con cuerpo y alma?
En estas breves páginas se responde a estas y otras preguntas que facilitan conocer un poco más a quien es hija, madre y esposa de Dios y por un nuevo título verdadera madre de los hombres.