Hay quien pregunta: ¿para qué leer horror, habiendo tanto en la vida real? Tal vez porque entre las emociones primordiales, los motores y sentidos de la existencia, estén el miedo y la curiosidad. Toda la historia de la humanidad está marcada por estos dos estigmas. La curiosidad nos anima a dar los pasos ´más allá´, mientras que el miedo nos obliga a enfrentarnos a nosotros mismos y a nuestras posibilidades.áPara Poe, los escenarios desoladores no son sino el reflejo del alma de sus personajes, cuyo decrépito estado es una extensión del derrumbe emocional de su morador. Fueron él y Baudelaire quienes fundaron una nueva estética que se complacía en retratar las partes más oscuras del alma.áAdentrémonos en los relatos de los Maestros de lo Macabro: Sakí, Dickens, Poe, Maupassant, Stevenson y Bram Stoker, entre otros, y en su visión de la desesperación, la melancolía, la enfermedad y la muerte.
