Su nombre es Tim Guérd y este libro es el relato de su vida. Ha necesitado años de silencio y de amor para poder decirlo casi todo. Ha vivido lo que cuenta en estas págis. Este libro no es pues u novela, sino el vigoroso testimonio -crudo, enternecedor- de u vida herida por un destino terrible. Tim fue un niño con el corazón y rostro destrozados. Un patito feo. A los tres años, su madre le ata a un poste de la electricidad y lo abando en medio del bosque. A los cinco, su padre le propi u brutal paliza, que lo desfigura. Atendido en el hospital en el que ha ingresado para iniciar u larga reeducación, apes sabe hablar. A los siete años entra en un orfato, sufre el maltrato instituciol. En el reformatorio, aprende a pelearse. En un mundo goberdo por la humillación, su violencia se convertirá en su único orgullo, la venganza, en su única dignidad. Sólo el odio le mantiene en pie. Tiene doce años..., y la fatalidad le arrastrará a la fuga, al robo, a la pelea, a la violación y a la prostitución. Carne de cañón. Sin embargo, diversos factores determintes de la resiliencia -el encuentro con algus persos con las que establece un fuerte vínculo afectivo, la sensibilidad artística y u inta capacidad de superación, el amor y el perdón- detendrán la rueda de este viaje en caída libre hacia la da. Hoy Tim Guérd es un hombre feliz, un resiliente, un espléndido y hermoso cisne: «El hombre es libre de alterar por completo su destino para lo mejor o para lo peor. Yo, hijo de alcohólico, niño abandodo, he hecho errar el golpe a la fatalidad. He hecho mentir a la genética. Este es mi orgullo.»