Ante todo, juzgamos oportuno recordar algunas de las diversas circunstancias que, modificando en Grecia el curso de la filosofía, precedieron y contribuyeron al establecimiento de la Doctrina Estoica.áSi escogemos esta época como punto de partida no es ciertamente porque antes de ella no existiera la filosofía. La India, la Caldea, el Egipto y la Judea habían tenido sus magos, sus sabios, sus profetas; pero entre los pueblos esclavizados, la ciencia misma se hallaba sometida al yugo. Los sacerdotes -que eran generalmente sus depositarios- sólo revelaban al pueblo aquello que podía servirles para manejarle con más facilidad y conservarle bajo la dependencia de las clases privilegiadas. Los sacerdotes solos y algunos adeptos escogidos poseían la clave de los misterios que imponían a la adoración de las masas ignorantes.