La riqueza de este libro va mucho má,s allá, de lo que puede ofrecernos la investigació,n documental, para descansar en la cualidad tal vez má,s importante en un buen terapeuta: la experiencia. Desde luego que no se trata ú,nicamente de atender a un montó,n de personas a lo largo de añ,os. Por si só,lo este esfuerzo resultarí,a esté,ril. Se requiere talento para conocer, asimilar, interpretar y categorizar la experiencia. Todos estos son requisitos del trabajo en el consultorio, indispensables si se quiere ofrecer verdadera ayuda. Con el tiempo se van volviendo atributos que se vuelcan en un libro.