El 15 de septiembre de 1939 se constituyó formalmente el Partido de Acción Nacional. Su fundador, Manuel Gómez Morin, convocó a un grupo bastante heterogéneo que, sin embargo, tenía algo en común: su rechazo al cardenismo. En dicho grupo figuraban porfiristas nostálgicos, políticos desplazados, empresarios deseosos de conservar su influencia y católicos resentidos por la persecución de la que habían sido objeto. De este maridaje surgió una ideología que, con algunos ajustes pero sin afectar su raíz fundamental, ha definido al PAN a lo largo del tiempo. En estas páginas, Carlos Arriola traza el perfil histórico de esta organización política y ofrece pistas para explicar su actual desempeño y los peligros que dicho desempeño supone para la democracia nacional y para el futuro del país.