Somos u especie ingeniosa a la hora de abrirnos camino y sabemos qué hay que hacer. A menos que resultemos mucho más estúpidos de lo que creo, de las crisis medioambientales de nuestro tiempo debería surgir u integración de las ciones y las generaciones, e incluso el fil de nuestra larga infancia.
Con su habitual capacidad para interpretar los misterios de la vida y el universo, Carl Sagan da en su obra póstuma un paso más para adentrarse también en cuestiones que afectan a nuestra vida diaria.
Sagan lleva a los lectores a un apasionte viaje que se inicia en u explicación de los grandes números con que se mide el cosmos, sigue con la demostración práctica del crecimiento exponencial sobre el tablero del ajedrez, se detiene en los paralelismos entre las condiciones para la vida en la Tierra y Marte, aborda la Guerra Fría y replantea el debate sobre el aborto.
El asunto que más preocupaba a Sagan es el deterioro del medio ambiente, el calentamiento de la Tierra y el agujero de ozono cobran toda su importancia cuando el autor explica las consecuencias de nuestro descuido.
