La memoria es la contingencia que se diluye constantemente y que es capaz, aun con sus propios resquicios, de reintegrarse cuando la evocamos para dilucidar al tiempo. Ése es el propósito de este libro, constituido por microhistorias y experiencias singulares de cada uno de los que participamos. El punto de partida es afectivo y reflexivo con una perspectiva de lo simbólico del arte, la intención es incidir en un presente inasible.áPara esto fue necesario poner en tensión las microhistorias con el mito oficial: la Historia que predomina en la retórica del poder y en los dispositivos culturales, así como en los medios de comunicación y el propio sistema educativo. De ahí que los mitos oficiales sean una construcción ficticia de identidad que opera como una estrategia de unificación, pero que imposibilita el ejercicio de la memoria debido a su carácter ilusionista.áSe planteó la hipótesis de que el campo simbólico del muralismo y la ingeniera intelectual posrevolucionaria, encabezada por José Vasconcelos y Manuel Gamio, principalmente, fue instrumentalizada por el Estado Posrevolucionario Nacionalista (EPN). El propósito habría sido generar una amnesia social mediante las promesas de modernidad y progreso que nunca llegarían y que se derrumbarían, simbólicamente, con el terremoto en la Ciudad de México en 1985. En ese momento se habrían potencializado estrategias sociales y artísticas provenientes de lo comunitario, lo colectivo, lo efímero, desligándose de un sistema paternalista inoperante.