Eternamente eclipsada por sus hermanos y sus amigas electrizántemente cool, Clawdeen decide finalmente ser el centro de atención en la inminente fiesta de su decimosexto cumpleaños. Entonces, el video Monstruos de lo más normales se propaga como virus y los Wolf se ven obligados a huir al bosque. Clawdeen se desespera al verse encerrada en el hotel familiar con sus insoportables hermanos hasta que Lala aparece y le hace compañía. Pero... ¿está la chica vampiro ligando con Clawd? Frankie no da crédito a que Brett la haya traicionado. Justo cuando pensaba que había prendido la chispa de un nuevo romance, este parece haberse apagado. Aun así Frankie, cargada de energía, está dispuesta a luchar por sus derechos. Se niega a esconderse y, como su cara no ha aparecido en el video, puede permitirse el lujo de quedarse en Salem. ¿Quién está con ella...? ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? Melody quiere poner fin a los recorridos turísticos por las casas de los monstruos organizados por Bekka, aunque está muy ocupada intentando que sus padres se sinceren con ella y tratando de impedir que la señora J envíe a Jackson a la clandestinidad. Mientras camina peligrosamente sobre la línea que separa a los normis de los RAD, comienza a darse cuenta de que los demás la escuchan cuando habla... ¡incluso Candace! Ha encontrado una nueva voz. ¿La conservará para siempre?
