El tema del sexo no se debe evitar en la infancia, ya que forma parte de una educación sana y la exposición sin prejuicios de las muestras de amor contribuye al desarrollo afectivo. No obstante, su enfoque debe ser acorde con la edad y la capacidad cognitiva. Por ello, es conveniente que el adulto ofrezca información proporcional a la curiosidad del niño o niña y nunca más de la solicitada.