Creer que los movimientos estudiantiles en las universidades de América Latina son algo nuevo, herencia de los años sesenta, es erróneo, como lo demuestran los autores de este libro, quienes escudriñan minuciosamente dichos movimientos en varios países ,Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Guatemala, México y Venezuela, desde sus mismos albores coloniales hasta bien entrado el presente siglo. Apesar de la diversidad de sus estilos y temáticas, un factor común une a los ensayos de la presente obra: sus autores afirman que estas movilizaciones, lejos de ser meros instrumentos de fuerzas políticas o académicas ajenas a los propios estudiantes, emanan de aspiraciones sólidas y auténticas, por lo que a menudo son una poderosa herramienta de cambio y, no pocas veces, principal (e incluso único) antagonista del poder en turno.