Cuando el aristocrática Ludovico Rasputi, todo un persoje de la jet set italia, se precipita desde lo alto de la basílica de San Pedro y se estrella aparatosamente contra el suelo durante la celebración de u misa noctur, surgen varias preguntas molestas. turalmente, el inspector Zen recibe el encargo de buscar las respuestas, pero de paso se le sugiere que eche tierra sobre el desagradable episodio con un oportuno dictamen de suicidio. Sí, eso le agradaría también a Zen, pues le ahorraría quebradero de cabeza, pero qué remedio: los indicios de asesito con alevosía están a la vista de quien quiera verlos...