Instintivamente, todos conocemos el poder de la música. La utilizamos para animarnos, rendir más o tranquilizar a los niños. Hoy, la ciencia corrobora nuestra intuición: la música reduce el estrés, previene la enfermedad y fortalece el sistema inmunológico. Los beneficios de la terapia, la meditación y la medicina se reúnen en las notas de una canción. Sucede así porque la música forma parte de nuestro ser a niveles profundos. Somos ritmo y armonía, melodía y silencio. Llevamos la música en los genes.
La terapeuta musical Christine Stevens nos ayuda a recordar y descubrir los beneficios del sonido a través de una serie de ejercicios guiados. Ritmos para el cuerpo, melodías para el corazón, armonía para el alma y silencio para la mente. Todo ello aderezado con los últimos hallazgos en materia de neurología y acompañado de valiosos links y opciones de descarga para sanar el cuerpo, la mente y el espíritu.