Danny (Kent Moran) lleva una vida sencilla, vive en un departamento tan pequeño como su sueldo, no tiene familia y lucha por ser músico. A pesar de todo, para él cada día es un estupendo día para estar vivo, una filosofía de vida que aprendió de su mamá mientras ella luchaba contra el cáncer. Es amor a primera vista cuando conoce a Ariana (Alexia Rasmussen) una chica de buena familia, que trágicamente no puede escuchar la música que inspira a él a escribir. Ariana, quien desde pequeña es débil auditiva, se enfrenta con la difícil decisión de seguir bajo la sobreprotección de su controladora madre (Cybill Shepherd) o luchar por el amor que podría cambiar su vida para siempre.