La literatura fantástica nos permite abandonar las ataduras que nos ciñen a la realidad y nos ofrece un espacio de extensas posibilidades imaginadas o inimaginadas, en donde la fantasía es el ingrediente indispensable, todo puede suceder: asombro, confusión, terror, ensueño, desdicha, milagros, portentos, actos heroicos. En estos relatos no se dan explicaciones, los hechos sólo aparecen y de inmediato estamos en pos de su misterio, arrastrados por las aventuras que se suceden una tras otra. Cada una de las historias expone la otra visión de sí y de la condición humana. Sólo es necesario afinar el oído, abrir bien los ojos y abrazar lo inesperado.