El cariño y el sentido común: ¿son suficientesáááááá para dirigir tu empresa familiar?¿Quién toma las decisiones: tu socio o tu consejero de alcoba?¿La empresa se hereda con la razón o con el corazón?¿Para qué le sirve el fideicomiso a tu empresa familiar?¿Cómo conciliar el progreso empresarial con la armonía familiar?áHacer negocios en familia o constituir una empresa familiar generalmente no es sólo para producir o distribuir riqueza. En la gran mayoría de los casos se hace también con una motivación anímica muy íntima; lleva una dosis de amor y propósito adicionales a los de la ganancia legítima: busca ser factor de fortalecimiento y seguridad familiar. Esto es posible... pero no es fácil.áTrabajar con parientes tiene grandes ventajas competitivas y, como todo en la vida, también tiene su costo cuando las cosas no salen bien, y muchas veces se paga un precio muy caro: se pierde el negocio o se pierde la familia, y en el peor de los casos se pierden negocios y familia. Y el riesgo existe porque nos enseñan en la universidad a hacer negocios, nos enseñan en el hogar a ser familia, pero nunca nos enseñaron a hacer negocios en familia.áPara prevenir estos riesgos, y para el mejor manejo de sus negocios en familia, es esta obra, diseñada y redactada no sólo para consultores en este tema, sino también, y de manera muy especial, para todo empresario o administrador que tenga interés y emoción por la empresa familiar.
