Millones de neuronas se concentran en la pared del tubo digestivo para coordinar el funcionamiento de nuestro intestino. Estas neuronas al ser estimuladas, liberan neuromediadores como la serotonina, conocida por regular los comportamientos alimenticios y sexuales, el ciclo vigilia-sueño, el dolor y la ansiedad. Si más del 90% de la serotonina fabricada por el organismo, se sintetiza en el intestino, no resulta descabellado pensar que enfermedades como la depresión están estrechamente relacionadas con el inadecuado funcionamiento intestinal. Tampoco lo es que ciertas enfermedades neurológicas pueden tener un origen intestinal. Maquinaria constituida de neuronas, neurotransmisores, redes, conexiones el intestino es un cerebro estrechamente vinculado a nuestro cerebro. Francisca Joly Gómez nos proporciona una explicación clara del funcionamiento de nuestro sistema digestivo con el fin de mantener o recuperar el equilibrio intestinal mediante soluciones alimenticias. Tomando conciencia de nuestro intestino, podemos recuperar la salud sin recurrir a tratamientos médicos.