Todo comenzó con el trámite de la Firma Electrónica Avanzada, el nombre con el que se le identifique es lo de menos, para que al final llegáramos a la conclusión de que todas las ´feas´ son ´fieles´, y se generara el primer paso para incursionar en una nueva forma de interacción con la autoridad a través de los medios electrónicos. Después vinieron los trámites en el Registro Federal de Contribuyentes, como el cambio de domicilio, las devoluciones y las compensaciones. Así como un buen número de declaraciones informativas y las tradicionales anuales. En el 2011, gran parte de los contribuyentes comenzaron a emitir comprobantes digitales informando a la autoridad los folios emitidos y en algunos casos enviando copia de cada factura emitida. Los bancos también han hecho su labor, y a través de las declaraciones informativas del Impuesto a los Depósitos en Efectivo enviadas al SAT de manera electrónica, se han logrado conocer las operaciones de los ciudadanos que no son contribuyentes. Y la parte de este rompecabezas digital que faltaba para complementar este círculo virtuoso para la autoridad, es el Nuevo Servicio de Declaraciones y Pagos, el cual por cierto es mucho más complejo que la forma actual de hacer declaraciones. Incluye información contable, financiera, y apropiada para cada régimen fiscal, además de estar diseñado a prueba de parches, manipulaciones y ocurrencias, con el propósito principal de crear y alimentar, aprovechando los medios electrónicos, una radiografía fiscal de cada contribuyente. El uso de la computadora y el Internet sigue siendo un tema difícil de comprender para gran parte de la población, por lo que la presente guía te llevará paso a paso a comprender el funcionamiento de esta nueva plataforma integral y a conocer sus verdaderas ventajas y puntos críticos.