Con Libertad bajo palabra se cerró un ciclo de mis tentativas poéticas y se abrió otro. Más bien dicho: otros.á¿Bifurcaciones de caminos poéticos o simplemente estaciones de un itinerario único? No lo sé.á¿Hay ciclos realmente? ¿No estamos condenados a escribir siempre el mismo poema? Una obra, si lo es de veras, no es sino la terca reiteración de dos o tres obsesiones. Cada cambio es un intento por decir aquello que no pudimos decir antes; un puente secreto une los torpes y ardientes balbuceos de la adolescencia a los titubeos de la vejez.áMe siento muy lejos de mis primeros poemas pero los que he escrito después, sin excluir a los más recientes, son respuestas a los de mi juventud. Cambiamos para ser fieles a nosotros mismos. Si no hubiese cambios no habría continuidad. Tal vez el yo es ilusorio: no soy el que fui hace un instante y saberlo me ata a ese desconocido que fui. La conciencia de ser es un diálogo entre fantasmas, entre un ayer y un hoy evanescentes. Por esto, escribir es inventarse, y al inventarse, descubrirse.Escribir es recobrarse.Octavio Paz