La Oración de los Cinco Dedos.
Es nuestra mano una buena manera de tener presente a nuestra familia y amigos, a quienes nos enseñan y sanan, a quienes nos dirigen. Con la mano podemos recordar que podemos ayudar y hacer por los más débiles. Nuestra mano nos habla de nosotros mismos.
Con las manos transformamos la realidad. Con las manos podemos orar.
Pongamos en práctica la invitación del Papa Francisco: que los cinco dedos nos recuerden que estamos en las manos de Dios.