La meditación de Perse sobre el significado que tiene para el hombre la compañía de los pájaros es, a la mirada de Guillermo Sucre, ´´el poema sobre la creación artística: la relación del arte con la naturaleza del artista con su propia conciencia´´. Esfuerzos sobremanera entrañables ambos, el del pintor y el del poeta, y cuya conjunción cifra un momento axial del arte del siglo XX. Y no podía ser de otro modo estando manos a la obra dos autores de su talla: Georges Braque (quien conoce la gloria más envidiable, la de ver su nombre llevado por un buque de alta mar -un bello navío lacado de blanco, bajo pabellón nórdico y animado en su proa por seis grandes somorgujos de los mares árticos-) y Saint-John Perse, ´hombre pobre, que llega al poder de los signos y de los sueños´. Esta versión española va acompañada de la alocución leída por el poeta durante la ceremonia de recepción del premio Nobel con el que se le honró en 1960. Ambas fueron realizadas por José Luis Rivas, quien prepara la traducción de la obra poética completa del escritor francés.
