El abuelo de Yuya es un hombre formidable. Siempre le está enseñando cosas: desde cómo trazar con sencillez la letra a hasta cómo usar herramientas de carpintería. Es un hombre alegre, que en la juventud vivió un movimiento social tremendo. Hoy se le olvidan algunas cosas, pero ¿a quién no le pasa? Sobre todo con esos duendes catalanes rondando por ahí. Yuya no sabe que ellos también extrañarán al abuelo.